Milhulloa: trabajo en la tierra y para la tierra
Cada día es más frecuente encontrarse "productos eco" pero, en 2001, año en que Milhulloa decidió apostar por el cultivo en ecológico, era difícil concebir la producción y venta de estos productos. Estas tres mujeres emprendedoras iniciaron con ilusión, y no sin esfuerzo, la transformación y comercialización de hortalizas y plantas medicinales y aromáticas de modo ecológico.
Apuesta por el cuidado de la tierra
Coincidir con Chusa, Anxos o Carmela es toda una experiencia. Tres mujeres que en el año 2001 deciden crear una opción de autoempleo en el rural basado en el cultivo y producción de plantas aromáticas y medicinales en ecológico, lo que hace que su trabajo y esfuerzo merezcan ser reconocidos más allá del éxito que ya supone la creación de un proyecto que alcanza ya la mayoría de edad.
Por lo general, los inicios son complicados y el de ellas no lo fue menos. Con dedicación y paciencia fueron creciendo poco a poco, optimizando su tiempo para conseguir sacar adelante un proyecto impulsado por tres socias que debían compatibilizarlo con su día a día.
El valor de los deshidratados
Comenzaron con el cultivo de plantas aromáticas y medicinales pero, a lo largo de estos años, fueron incorporando nuevos productos al proceso de deshidratado, un proceso que supone una muy buena alternativa para la conservación y almacenaje de verduras y hortalizas.
Fue trabajando con variedad de verduras y hortalizas, como la espinaca, el pimiento, tomate, cebolla o la calabaza, que encontraron su producto estrella. Un producto gallego, que todo el mundo pudiese identificar y de producción muy estacional que al ser sometido al proceso de deshidratación permite disponer todo el año.
Hoy en día, una parte importante de su negocio se desarrolla en torno a la venta de especias. En opinión de Chusa, una de las tres socias, esto se debe al aumento en número y éxito de los programas de cocina, que han despertado gran interés por la condimentación.
Caldo de grelos en cualquier lugar del mundo en cualquier temporada
Aunque al principio les costó que fuese aceptado, el grelo deshidratado es el producto estrella de Milhulloa. La gente no concebía que el 1/2kg de grelo que presentaban cocinado fuese el mismo grelo deshidratado que estaba dentro de la bolsa de apenas 60g. Para demostrarlo, tuvieron que empezar a hacer cocciones en directo en las que se podía ver paso a paso el proceso de re-hidratación del grelo.
Vivir del campo
En la actualidad cuentan con 10 hectáreas de terreno para cultivar, del que emplean aproximadamente un 70%; la comercialización del producto se hace sin intermediarios y la distribución la hacen ellas mismas, si se trata de destinos cercanos, y por mensajería al resto del mundo.
Aunque es posible mecanizar parte del proceso, muchas fases tendrán que seguir siendo artesanales y, aunque parezca paradójico, encontrar mano de obra es el principal cuello de botella para ellas.
Lamentablemente constatamos en muchos de los proyectos que conocemos en el Mercado de la Cosecha que trabajar en una explotación agraria sigue teniendo unos prejuicios, muchas veces infundados, que dificultan encontrar mano de obra.
Con las ideas claras
Para Chusa, el secreto del éxito es creer en tu proyecto y no rendirte. Anxos, Carmela y Chusa han sido constantes y han luchado en todo momento sin tirar la toalla. Aunque han vivido situaciones en las que parecía que su proyecto no avanzaba o épocas en las que parecía que no iba a funcionar, han seguido apostando por su proyecto.
La cooperativa es un ejemplo de iniciativa de autoempleo y trabajo social, respetuoso con el medioambiente y de fomento y promoción de un empleo autóctono y sostenible.
El Mercado de la Cosecha apuesta por estas iniciativas que demuestran el valor del rural y se su potencial, tanto en la actualidad como en el futuro. Proyectos y empresas que surgen desde el cariño, el entusiasmo y trabajo de personas que siguen luchando por revalorizar el rural gallego y visibilizar todas sus capacidades.
Aquí puedes ver la conversación con Chusa de Milhulloa en los Parladoiros del Mercado de la Cosecha que desarrollamos en 2018 en el Son d’Aldea.