Nueva prosperidad para el medio rural
Es más común hablar de los grandes retos que de las oportunidades en el rural. Sin embargo algunas comunidades están encontrando formas de prosperar mejorando sus economías y adoptando nuevos modelos de negocio y estrategias de crecimiento demostrando que un rural más próspero es posible.
No es frecuente escuchar a la gente hablar de los aspectos positivos de vivir en una zona rural. Lo que se oye son los aspectos negativos: largos desplazamientos, pueblos pequeños con pocas oportunidades profesionales y una sensación de aislamiento de otras personas.
Sin embargo, algunas comunidades están encontrando formas de prosperar mejorando sus economías y adoptando nuevos modelos de negocio y estrategias de crecimiento.
Rural en positivo
Las comunidades rurales tienden a ser más sostenibles que las urbanas. Por lo general producen menos residuos y consumen menos energía per cápita, lo que supone una menor huella de carbono. También tienen una mayor calidad de vida. Las personas que viven en zonas rurales suelen tener una mayor esperanza de vida.
Oportunidades para la prosperidad rural
Las comunidades rurales no son un grupo homogéneo, pero por lo general podrías decir que están viviendo una transformación que bien entendida puede suponer la aparición de oportunidades de negocio.
Oferta local
El rural suele gastar más dinero a nivel local, lo que significa que los beneficios se quedan en la comunidad, además la competencia es menos intensa de lo que en las ciudades. Esta falta de oferta, permite la existencia de oportunidades para satisfacer necesidades actuales si pensamos en ofertar productos o servicios que no pueden conseguir en otros lugares.
Servicios adaptados
Los pueblos en el rural tienden a estar más dispersos, tienen menor densidad de población y menos personas por kilómetro cuadrado que los entornos urbanos. Estas características pueden dificultar el acceso de los habitantes de las zonas rurales a determinados bienes y servicios, así como a puestos de trabajo.
Recursos propios
Pero muchas comunidades rurales también tienen recursos sin explotar: mucho terreno para desarrollar; un fuerte sentido de comunidad; residentes trabajadores que quieren algo mejor para ellos mismos, sus familias y sus vecinos; fuertes lazos entre la gente de estos pequeños pueblos que se extienden más allá de donde viven o trabajan actualmente.
Conclusion
Está claro que las comunidades rurales tienen mucho que ofrecer, pero también se enfrentan a retos que las zonas urbanas no tienen. Entre ellos, la falta de acceso a los recursos y al capital de inversión, así como el estigma asociado a las ciudades pequeñas. Pero hay formas de que los empresarios de las zonas rurales tengan éxito y prosperen a pesar de estos obstáculos. Por ejemplo, al utilizar recursos locales como la mano de obra o los materiales siempre que sea posible (en lugar de traerlo todo de fuera) ayudan a crear vínculos más fuertes con la comunidad, al tiempo que son más respetuosos con el medio ambiente al reducir su huella de carbono. Y al desarrollar productos o servicios únicos adaptados específicamente a las necesidades de su comunidad (en lugar de intentar competir con las grandes ciudades), los empresarios pueden construir también su propia identidad