Yogures tradicionales de sabores actuales
Alex y Susana convirtieron su deseo en una realidad. Juntos son un equipo y han creado Kalekoi, un proyecto asentado en la puesta en valor del rural, la tradición y sus orígenes. Buscando aportar valor añadido a la leche aportan singularidad al mercado con la elaboración de yogures artesanos que van desde las recetas tradicionales a sabores como el gintonic, champán o cocido de Lalín.
Regreso a los orígenes
Alex y Susana se consideran aventureros y apasionados. Tras dejar el rural para estudiar y trabajar como les habían sugerido sus familias, se dieron cuenta de que los dos compartían la necesidad de volver a sus orígenes y es así que comenzaron una nueva vida. Conscientes de la oportunidad que suponía la granja de la familia de Susana, su vuelta tenía un objetivo que iba más allá de la creación de sus propios puestos de trabajo, querían mostrarle al mundo las cualidades de una materia prima de calidad y de su tierra, la leche.
En busca del valor añadido
En el país del millón de vacas, vivieron una primera etapa de investigación en formas y procesos que podrían aportar un valor añadido a la leche. De la necesidad de crear algo propio, hubo muchas opciones que no llegaron a cuajar hasta que, finalmente, llegaron al yogur artesano y crearon Kalekoi.
Se encuentran en Bergazos, Lalín. Ellos son la tercera generación de una familia que ha trabajado siempre en el sector lácteo. Se propusieron retomar los sabores de antaño, pero sin olvidarse incorporar también nuevas combinaciones que creen “gusanillo” en los consumidores.
Materia prima de calidad y diferenciación
La base del proyecto es poner en valor su materia prima, la leche. Cuidan la alimentación de sus vacas para que estas puedan producir una leche de gran calidad. Una leche con una cantidad alta en proteína y materia grasa. Un producto sin aditivos, colorantes u otros ingredientes artificiales. Es una apuesta en firme por lo natural.
Desde el principio, su intención fue diferenciarse, crear un proyecto con gran valor añadido para la leche que representase la calidad de los productos gallegos. Sus yogures están elaborados con leche de Rodeiro y las frutas o jaleas de sabor que les incorporan proceden todas de pequeños productores que también tienen gran mimo por su producto.
Un yogur con sabores para adultos
Dentro de Kalekoi se encuentran dos gamas de productos. Una más cotidiana, donde se encuentran los sabores más habituales como el natural, el de manzana y naranja o el de mermelada de fresa, y otra en con la que pretenden sorprender al consumidor con mermelada de alquequenje, de castaña, frutos rojos o arándanos.
Además, dentro de esta última línea se permiten por temporadas, desarrollar productos llamativos asociados a su entorno y realidad. Así, siendo de Lalín, han elaborado el yogur de cocido con mermelada de grelos o, por ejemplo, para las navidades han producido yogures con jaleas de gintonic o champán.
Conscientes de la especialidad de su producto tienen intención de abrir un camino en la restauración y también cuentan con un formato para hostelería que ha tenido gran repercusión. Un yogur con un pH muy alto que permite mezclas tanto en salado como en dulce.
El valor de la tradición
El rural tiene futuro, y Kalekoi es una buena muestra de ello. El Mercado de la Cosecha busca nuevas iniciativas como ellos. Proyectos que nacen de la pasión y la recuperación de valores del pasado. Productos auténticos y a la vez innovadores. Detrás de estas iniciativas se encuentran personas comprometidas con potenciar el valor de nuestra tierra, orgullosos de haber creado proyectos basados en sus orígenes que se han adaptado con gran éxito al mundo moderno.
Han ido evolucionando y solo hay que conocerlos un poco para darse cuenta del cariño y entrega que ponen en cada uno de los pasos que dan forma a estas iniciativas. Es en sus productos donde se refleja todo ese trabajo, todo ese esfuerzo se materializa en el resultado final. Por ello el Mercado de la Cosecha promociona a productores como Kalekoi, porque demuestran que el rural tiene mucho que ofrecer.