Hacia una producción sostenible y un consumo responsable
El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 propone reducir al mínimo los efectos ambientales negativos de los sistemas de producción y consumo, teniendo en cuenta todas las etapas del ciclo de vida de los productos y servicios.
Hacer los sistemas de producción sostenibles y los modelos de consumo responsables es la meta que persigue el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12, uno de los ODS más transversales de la Agenda 2030 y uno de los más importantes para los países desarrollados, ya que persigue una transición de los modelos económicos, productivos y de consumo hacia la sostenibilidad.
Pero, antes de avanzar, nos detendremos un momento para recordar qué son los ODS, los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.
Cada objetivo tiene metas específicas que deberían alcanzarse en los siguientes 15 años y para alcanzar esas metas, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y toda la población a través de nuestro estilo de vida.
El necesario cambio hacia una producción y consumo más responsables
El desarrollo socioeconómico que hemos vivido en el siglo XX ha estado aparejado a una gran degradación ambiental que pone en riesgo los sistemas de los que él mismo depende, poniendo en entredicho nuestra capacidad para mantener el estilo de vida que hemos construido. Esta fragilidad manifiesta requiere de medidas urgentes para evitar una sobreexplotación irreversible que imposibilite la satisfacción de las necesidades más básicas para nuestra supervivencia.
¿Cómo podemos conseguirlo?
Las metas establecidas para este objetivo tienen un rango de acción muy amplio, que incluye desde acciones políticas hasta decisiones y hábitos individuales. Así, por ejemplo, podríamos hablar de:
- Implementación de planes de consumo y producción responsable.
- Uso eficiente de los recursos naturales.
- Gestión y la reutilización de los deshechos.
- Concepción del ciclo de vida.
- Innovación.
Avanzar hacia una economía circular
La economía circular es una concepción que puede contribuir a casi todas las metas del objetivo de desarrollo sostenible 12 ya que maximiza el valor de los recursos disponibles reintegrándolos en los procesos productivos todas las veces que sea posible. Con este planteamiento se aspira a reducir todo lo posible la generación de residuos y a aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar.
La producción de alimentos y el ODS 12
Los impactos ambientales más evidentes en cuanto a la alimentación se producen en la fase de producción (agricultura y procesamiento), cuestiones sobra las que influimos a través de nuestras decisiones de consumo.
El sector de la alimentación representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y un 22% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero y este impacto se ve agravado porque cada año, se calcula que un tercio de todos los alimentos producidos, equivalentes a 1300 millones de toneladas, termina pudriéndose como desperdicios de consumidores y minoristas.
Es necesario hacer frente a un sistema de producción de alimentos sostenibles y que nuestras decisiones de consumo sean responsables por una cuestión tan sencilla como que estos impactos están disminuyendo la capacidad de la base de recursos naturales para suministrar alimentos.