Entendemos por suelo a las diferentes capas de material orgánico o no orgánico que componen la corteza terrestre y sobre las cuales se desarrolla la mayor parte de los ciclos vitales conocidos. El suelo es un elemento natural muy complejo, hasta el punto de que podríamos considerarlo un ecosistema en si mismo.

Su importancia reside en que sobre él podemos cultivar y hacer crecer nuestros alimentos. Sin embargo, sufren una creciente presión por la intensificación y la competencia de su uso para la agricultura, la silvicultura, el pastoreo y la urbanización.

El suelo y la alimentación

El sistema alimentario actual ocasiona una pérdida enorme de los nutrientes que necesitan los alimentosdebido a la intensificación y el monocultivo Un suelo sano es esencial para su capacidad productiva. Además, es un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad alimentaria y un futuro sostenible.

Métodos y técnicas como la Agricultura Regenerativa aportan mejoras a la calidad del suelo.En lugar de retirarle potencial productivo, regeneran su fertilidad, básicamente a través de la aportación de materia orgánica.

Beneficios de regenerar los suelos

• Regenera la capa superior del suelo que es en la que se producen hasta el 80% de los alimentos.
• Secuestra carbono con lo que se realiza una contribución directa a la mitigación del cambio climático.
• Aumenta la capacidad de retención y almacenamiento de agua, reduciendo las necesidades de aportación por medio del riego.
• Devuelve valor nutritivo a los alimentos, haciéndolos más saludables.
• Recupera biodiversidad en un hábitat que alberga al 25% de las especies del planeta.

Mejorar el suelo para la sostenibilidad alimentaria

Es fundamental que contemos con un sistema alimentario sostenible y para ello la producción de alimentos debe seguir métodos y prácticas que no degraden suelo sino que lo regeneren.

La regeneración de suelo fértil es algo que se produce en los ecosistemas de forma natural. A modo de contribución desde la agricultura, la sintropía busca potenciar una reestructuración, el equilibrio y la aceleración metabólica de un sistema concreto. Por su parte, la agricultura regenerativa, es una aproximación de conservación y rehabilitación a los sistemas alimentarios y agrícolas.

El principio básico en ambos casos es conseguir suelos fértiles con estructura, regenerando aquellos que tras mucho tiempo han sufrido una fuerte degradación y en los que en muchos casos sería imposible que fuesen aprovechados para actividades agrícolas.

Nuestra contribución desde ASAMEC

Nuestro programa de Agricultura Sintrópica Aplicada a Modelos de Economía Circular (ASAMEC), adoptamos un enfoque holístico del sistema alimentario con el objetivo esencial de hacerlo sostenible aprovechando los recursos de proximidad para replicar los procesos naturales que llevan a ecosistemas equilibrados.

ASAMEC es un programa marco de investigación y experimentación en modelos de desarrollo que se basa en los principios de la agricultura sintrópica para la regeneración de suelos y cultivos sostenibles como activo fundamental del potencial agrario del territorio.

Desde una perspectiva sintrópica y de aprovechamiento de los recursos de proximidad, no existe una receta común replicable. La metodología de este proyecto requiere de una validación de conceptos (investigación básica) acompañada y reforzada, desde el primer momento, por la implementación de acciones experimentales (investigación aplicada).

Principales líneas de trabajo en marcha

• Valorización de residuos en modelos de economía circular.
• Aprovechamiento sintrópico de la silvicultura autóctona para nuevos cultivos.
• Cultivos complementarios y recuperación de suelos en plantaciones de eucalipto.

Por ASAMEC comienza nuestra contribución a un Sistema Alimentario más Sostenible.