Aprendiendo de la naturaleza para alimentar el mundo
La agricultura regenerativa emula procesos naturales para mejorar la productividad de los suelos evitando la necesidad de complementos externos utilizados en los métodos tradicionales de cultivo.
La Organización de las Naciones Unidas estima que la producción y consumo de alimentos es responsable del 30% del consumo energético mundial y de un 22% de los gases de efecto invernadero.
Por su parte, la Food and Agriculture Organization (FAO) ha calculado que para el año 2050 será necesario producir un 60% más de alimentos si queremos alimentar a los más de 9.000 millones de personas en el planeta.
Un modelo en dificultades
Puede parecernos contradictorio, pero en la búsqueda de incrementar la productividad, uno de los mayores impactos de la agricultura tradicional es que las técnicas utilizadas y los complementos añadidos a los suelos, han provocado que éstos pierdan fertilidad y se hagan cada vez más dependientes de aportaciones externas. De esta manera los métodos tradicionales son contraproducentes en el largo plazo ya que reducen, al mismo tiempo, la cosecha que podemos conseguir en una explotación y la rentabilidad por unidad producida.
Ante esta situación es necesaria una transformación de los modelos de gestión hacia la sostenibilidad alimentaria.
Agricultura regenerativa
La regeneración de suelo fértil es algo que se produce en los ecosistemas de forma natural. Tratando de imitar las relaciones que se dan en la naturaleza, la agricultura regenerativa trata de devolver al suelo su capacidad productiva natural a través de la regeneración de su capa superior, el incremento de la biodiversidad y la mejora del ciclo hídrico.
La agricultura regenerativa busca aumentar los recursos naturales en lugar de agotarlos. Promueve un sistema aagroganadero basado en la regeneración de suelo fértil aprovechando una interacción mutuamente beneficiosa entre animales y plantas que aumenta la productividad del sistema.
Beneficios de la agricultura regenerativa
Al trabajar de manera sistémica las interrelaciones ventajosas potencian exponencialmente los beneficios. Aunque se trate de un tema muy amplio resumiremos los siguientes:
- La recuperación de suelos fértiles
- Protección del ciclo hídrico
- Restauración de ecosistemas
- Reducción en la contaminación ambiental
- Mayor rentabilidad para los agricultores
- Favorece la economía local
Transformación hacia la sostenibilidad alimentaria
La sostenibilidad alimentaria requiere cambiar hábitos de consumo, pero también prácticas agrícolas. Entender de forma integral la agricultura, ganadería y silvicultura es el eje central de un sistema alimentario sostenible basado en modelos regenerativos.
Es necesaria una transformación que nos permita alimentar al mundo de forma saludable sin agotar la capacidad del planeta para poder seguir produciendo alimentos.