Retroalimentación de la ganadería y la agricultura
Labrecos apuesta por un modelo en el que la huerta y la granja se retroalimentan, por lo que no depende de insumos externos para producir sus verduras, frutas o carnes en ecológico.
Una granja ecológica gestionada de manera orgánica que emplea los beneficios y recursos sostenibles que la diversificación de sus actividades les facilita. Son una granja circular que no depende de abonos ni insumos externos para completar el círculo de producción.
La huerta como actividad principal
En torno a la huerta gira el resto de actividades agrarias que desarrollan con un sistema productivo basado en la sostenibilidade y autosuficiencia, con ovejas, cabras, vacas, cerdos, gallinas, froitais, producción de huerta y de cereal, todo en la cantidad necesaria para llegar al equilibrio.
El aprovechamiento de los recursos ganaderos permite una buena fertilidad en el suelo que junto con los microorganismos nutren de manera idónea los nuestro cultivos.
Como principales métodos de prevención de plagas y enfermedades cuentan con una gran diversidad de cultivos, haciendo rotación entre los mismos y favoreciendo la aparición de insectos auxiliares no aplicando ningún tipo de insecticida.
Cuentan con más de 25 variedades tradicionales de manzanos y perales. La producción de cereales como el trigo y el maínzo nos ayudan a complementar la alimentación de los animales.
Una motivación mayor
La motivación del proyecto es la necesidad de cambio en el consumo, una oportunidad de visualización de la agricultura sostenible que implica una ocasión para recuperar un sistema productivo que cobraba cada vez más importancia y que poco a poco, con el paso de los años, se vuelve cada vez más imprescindible al hacernos no-dependientes de insumos externos.