El Decenio para la Agricultura Familiar contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de forma inclusiva, colaborativa y coherente. Centrado en la agricultura familiar y todos los modelos de producción basados en la familia durante diez años, se contribuirá a un mundo libre de hambre y la pobreza, donde los recursos naturales sean gestionados de forma sostenible y en el que nadie se quede atrás, lo cual corresponde a los principales compromisos de la Agenda 2030.
En el prólogo del Plan de Acción Mundial asociado al Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar se destaca la presión cada vez mayor por proporcionar alimentos suficientes, asequibles y nutritivos a una población en crecimiento, al tiempo que se tiene que lidiar con el cambio climático y la degradación de los recursos naturales, en particular la escasez de agua, el agotamiento del suelo y la pérdida de biodiversidad. Las generalizadas y persistentes desigualdades socioeconómicas entre las zonas rurales y urbanas han llevado a un nivel de urbanización sin precedentes y las ciudades con escasa capacidad de absorción se enfrentan a problemas relacionados con la marginación social y, en ocasiones, a conflictos.
Para alimentar al mundo de forma sostenible, se precisa un cambio urgente y radical en nuestros sistemas alimentarios. Las medidas transformadoras solamente serán eficaces si abordan un complejo conjunto de objetivos interconectados que abarcan dimensiones económicas, sociales y medioambientales. Los agricultores familiares—en particular los pastores, pescadores, silvicultores, poblaciones indígenas y otros grupos de productores de alimentos—son cruciales en esta cuestión. Proporcionan la mayor parte de los alimentos del mundo, son los principales inversores en la agricultura y constituyen la columna vertebral de la estructura económica rural.
Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar
En vista de estos desafíos, las Naciones Unidas proclamaron el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (2019-2028) en diciembre de 2017, brindando a la comunidad internacional una extraordinaria oportunidad para abordar la agricultura familiar desde una perspectiva holística, con el fin de lograr transformaciones significativas en los sistemas alimentarios actuales que contribuyan a la consecución de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
El objetivo de esta estrategia es aportar una nueva perspectiva sobre lo que significa ser un agricultor familiar en un mundo que cambia rápidamente y destaca, como nunca antes, el importante papel que desempeñan los campesinos familiares en la erradicación del hambre y la construcción de nuestro futuro alimentario.
¿A que se refiere con agricultura familiar?
El concepto de agricultura familiar se refiere a todos los tipos de modelos de producción basados en la familia en la agricultura, la silvicultura, la pesca, el pastoreo y la acuicultura, e incluye a campesinos, indígenas, comunidades tradicionales, pescadores, agricultores de las zonas de montaña, silvicultores y pastores.
La agricultura familiar comprende la producción de todos los alimentos: ya sean de origen vegetal, carne, -incluido el pescado-, otros productos de origen animal -como los huevos o los productos lácteos-, y alimentos producidos en tierras agrícolas, bosques, montañas o en piscifactorías, que son gestionados y explotados por una familia, y que dependen básicamente de la mano de obra familiar.
Importancia para el desarrollo sostenible.
La agricultura familiar ofrece una oportunidad única para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida, gestionar mejor los recursos naturales, proteger el medio ambiente y lograr un desarrollo sostenible, en especial en las zonas rurales. Gracias a su sabiduría y cuidado de la tierra, los agricultores familiares son los agentes de cambio que necesitamos para lograr el Hambre Cero, un planeta más equilibrado y resiliente, y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Mediante un Plan de acción mundial, el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar proporciona directrices detalladas para la comunidad internacional sobre las medidas colectivas, coherentes e integrales que pueden adoptarse para ayudar a los agricultores familiares. Diseñado en base a siete pilares que se complementan recíprocamente, el Plan de acción mundial recomienda una serie de medidas interrelacionadas que van del ámbito local al global.