El rural no es ajeno al coronavirus
En una situación tan inesperada como la que ha provocado la Covid-19, se vuelve a demostrar el papel estratégico del sector agroalimentario para garantizar el suministro de alimentos de calidad, sanos y seguros para la población.
El aislamiento es para muchos una situación más cotidiana…
La situación provocada por el coronavirus ha alterado pocas costumbres de pueblos y aldeas en los que no es raro el hecho de no cruzarse con personas y donde existe la costumbre de abastecerse periódicamente de productos que no pueden obtener en su entorno más próximo y consumir esporádicamente otro tipo de servicios.
Acostumbrados a un distanciamiento social cotidiano, el rural se convierte en un oasis en el que se puede salir de casa – por supuesto, con todas las precauciones y siguiendo todas las indicaciones establecidas por las autoridades en relación al Covid-19 – para desarrollar actividades como alimentar a los animales o cuidar la huerta.
Pero no todo son ventajas
Si bien las medidas son más fáciles de implementar, el rural no es inmune al Coronavirus.
Al igual que ocurre en las ciudades, los pueblos y aldeas están realizando estos días un esfuerzo añadido por evitar la propagación y aportar su grano de arena a la hora de frenar la curva. Esto supone a priori un problema a la hora de atender a las personas mayores que se encuentran en estas zonas. Sin embargo, la fortaleza de las redes sociales físicas y los avances tecnológicos favorecen el conocimiento en todo momento del estado de las gentes que viven en nuestro pueblo, de forma que, aunque distanciadas, nunca se encuentran completamente aisladas o solas.
Otra de las grandes preocupaciones es la accesibilidad a asistencia sanitaria, en caso de necesitarla, y más si tenemos en cuenta el grado de envejecimiento de las poblaciones de los pueblos y aldeas, lo que las convierte en un grupo más vulnerable frente a este virus.
Tomar consciencia de lo estratégico del sector agroalimentario
Esta situación de crisis reivindica las producciones agrarias y ganaderas como uno de los sectores estratégicos para garantizar el abastecimiento de alimentos y la seguridad alimentaria.
En un reciente artículo publicado en Campo Galego, Camilio Friol comenta acertadamente: “Si hay un sector que no puede parar, por muchas restricciones y limitaciones que se impongan, es el sector agroganadero: en primer lugar, porque es el responsable de la alimentación de la población, y en segundo lugar, porque los animales no pueden dejar de comer o de dar leche todos los días”.
También las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA aprovecharon su comunicado de la semana pasada por el que se desconvocaban las movilizaciones de trabajadoras y trabajadores del campo, para recordar que «en una situación tan crítica e inesperada como esta, se vuelve a demostrar el papel estratégico de los agricultores y ganaderos para alimentar a la sociedad suministrándola de alimentos de calidad, sanos y seguros».
¿Y qué hacemos en el Mercado de la Cosecha?
Nosotros también asumimos este compromiso colectivo.
En primer lugar, lo hacemos quedándonos en casa para frenar la curva. Aprovecharemos estos días para preparar nuevas actividades y proyectos que, cuando hayamos superado esta situación, nos permitan seguir contribuyendo con más fuerza si cabe a transformar el rural en un medio más próspero y sostenible.
Además, para tratar de amenizar la estancia en casa a nuestros seguidores en redes sociales, hemos abierto una ventana muy especial en nuestras plataformas de Instagram, Facebook y Twitter. Una ventana al rural, en la que ofreceremos imágenes que hemos recogido en nuestros múltiples viajes explorando el rural para que, aun sin salir de casa, podáis disfrutar de la belleza de nuestros paisajes; así como otros contenidos con los que pretendemos hacer más amena esta situación.
¡Ánimo!