Ejemplos para la recuperación del rural: las Highlands Escocesas
Existen respuestas de éxito contra el fenómeno del despoblamiento rural, como el producido en la región norte de Escocia, con una tasa de paro previo a la pandemia de tan sólo el 2,3% y un crecimiento vegetativo del 0,5% anual.
Superar los prejuicios
Décadas de desprestigio de la vida en los pueblos desde los tiempos del desarrollismo urbano, en la segunda mitad del siglo XX, han minado la población y la propia autoestima de los habitantes del rural, pero la actual pandemia sanitaria está generando una reflexión en la sociedad. El rural vuelve a tener un valor que permanecía oculto, ligado al contacto con la naturaleza y a la producción de alimentos.
Por eso resulta interesante analizar cómo se recuperaron en otros países áreas rurales que, igual que amplias zonas del interior gallego, estaban quedando despobladas. Un caso de éxito es el escocés, que tuvo sus claves fundamentales en la concienciación, la reflexión y la acción conjunta entre todos los actores territoriales.
El remoto paraiso de las Highlands
La región norte de Escocia, conocida como las Tierras Altas (Highlands) e Islas, ha conseguido revitalizar su languideciente economía de base tradicional, así como dotarla de una dimensión global impensable hace solo unas pocas décadas.
Sin este cambio no hubiera sido posible revertir su retroceso demográfico, que había tocado fondo en 1960 con 380.000 habitantes tras décadas de emigración y éxodo rural. Hoy en día las Tierras Altas (Highlands) tienen 470.000 habitantes y una tasa de paro por debajo del 4% antes de la pandemia global, que subió por encima del 10% en la primera ola de la COVID-19 y ahora vuelve a estar por debajo del 6%.
Una estrategia de largo plazo
La experiencia escocesa demuestra que incluso las zonas rurales más remotas pueden alcanzar un saludable equilibrio demográfico y un estado de prosperidad económica. En el caso escocés se apostó no sólo por el sector primario, sino por la diversificación económica y la implantación de las nuevas tecnologías. Un 81% de su población tiene acceso a internet de banda ancha.
A mayores, se acercaron servicios básicos a la población y se impulsaron la formación y la cultura emprendedora, aplicadas a las potencialidades del territorio. Esas son las líneas maestras de la actuación de la HIE (Highlands and Islands Enterprise), la agencia para el desarrollo territorial que ha guiado el milagro escocés desde la creación de este organismo público independiente en 1965.
El ADN de su funcionamiento se basa en la planificación a medio y largo plazo, así como en su acción sobre el territorio. La agencia escocesa identifica oportunidades y busca, de forma proactiva, su concreción y puesta en marcha conjuntamente con las comunidades locales.
El medio rural precisa, más que nunca, de población capaz de emprender, de innovar, de rediseñar nuevas relaciones económicas y sociales entre sí y con el medio urbano.
El mejor recurso: la autoestima
Lo que enseña el ejemplo escocés es que la promoción de la cultura emprendedora es importante. Los cambios pasan por un aumento de la confianza de los propios habitantes del rural en sus posibilidades, de forma que si alguien decide marchar sea por decisión personal y no por falta de oportunidades.
Esta actitud consiguió que al mismo tiempo, el rural escocés captase nuevos pobladores, algo para lo que fue clave un esfuerzo de marketing en positivo, destinado a vender el medio rural allí en donde existen personas potencialmente atraídas y dispuestas a llevar a cabo sus proyectos en él.
Iniciativas en nuestro rural que merecen ser conocidas
Desde nuestro compromiso con la divulgación de un rural próspero y sostenible, en este 2021 continuaremos compartiendo iniciativas que tienen lugar en nuestro rural y que merecen ser conocidas.