Biodiversidad para garantizar el futuro
La variedad de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los servicios de la naturaleza. Visibilizarlo y reconocerlo es el objetivo del Día Mundial del Medio Ambiente que en este año 2020 está dedicado a la Biodiversidad.
El Día Mundial del Medio Ambiente
Entre el 5 y el 16 de junio de 1972 se celebró en Estocolmo (Suecia) la primera gran conferencia sobre cuestiones relativas al medio ambiente. El 15 de diciembre de ese mismo año, la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la resolución A/RES/2994 (XXVII) que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente. La fecha elegida coincide con el día de la apertura de la histórica Conferencia.
En 2020 se dedica a la Biodiversidad.
El tema del Día Mundial del Medio Ambiente 2020 es la Biodiversidad por su importante relación con todos los aspectos de la salud humana: proporciona agua y aire limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático.
Agricultura y biodiversidad
Existe una relación directa entre la biodiversidad y la capacidad de producir alimentos. La biodiversidad proporciona la base territorial para la agricultura, las variedades en las especies de cultivo y las razas de ganado y también provoca los procesos que apoyan la producción agrícola a través de su papel en las funciones y servicios ecosistémicos.
Sin embargo, la expansión de la agricultura es el mayor causante del cambio de usos del suelo (un tercio de la superficie terrestre es dedicada a agricultura y ganadería) y su pérdida de fertilidad, la deforestación, la invasión de hábitats, y la aceleración del cambio climático…
Muchas de estas prácticas han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza y por eso es tan necesario reconciliar la agricultura y la biodiversidad. Es necesario promover una agricultura que asegure una alimentación de calidad y, a la vez, el mantenimiento de la diversidad y funcionalidad de los ecosistemas.
Imitar a la naturaleza
Con una población mundial en aumento, el importante reto es producir más alimentos de forma respetuosa con el medioambiente. Para ello, modelos de gestión como la sintropía o la agricultura regenerativa, tratan de imitar a la naturaleza partiendo de la premisa de que los ecosistemas disponen por si mismos de todos los elementos necesarios para nutrir los sistemas naturales.
Sostenibilidad alimentaria
Estos cambios deben ser parte de una estrategia de sostenibilidad alimentaria que requiere cambiar prácticas agrícolas, pero también hábitos de consumo. Entender de forma integral la agricultura, ganadería y silvicultura es el eje central de un sistema alimentario sostenible basado en modelos respetuosos con el medioambiente.
Es necesaria una transformación que nos permita alimentar al mundo de forma saludable sin agotar la capacidad del planeta para poder seguir produciendo alimentos.