Aer, un proyecto de reconexión
Aer busca ofrecer productos de temporada que promuevan una dieta variada y saludable, al tiempo que fomenta la conexión entre las personas, los animales y la naturaleza.
Beatriz Rodríguez Varela, una joven originaria de la parroquia de Sello en Lalín, decidió dejar atrás la vida urbana en Barcelona para emprender un proyecto agroganadero ecológico llamado Aer. Este emprendimiento busca ofrecer productos de temporada que promuevan una dieta variada y saludable, al tiempo que fomenta la conexión entre las personas, los animales y la naturaleza.
Del estrés urbano al bienestar rural
La experiencia de vivir en una ciudad acelerada llevó a Beatriz a replantearse su estilo de vida. Aunque no tenía una relación directa con las labores del campo, recordaba las prácticas agrícolas de sus abuelos, tanto en producción convencional como en métodos tradicionales. Inspirada por estas últimas, que priorizan el respeto al medio ambiente y el bienestar animal, decidió iniciar su propio proyecto manteniendo estos valores.
Formación: la clave para el éxito en la agricultura ecológica
Consciente de la importancia del conocimiento, Beatriz se formó en diversas áreas. Participó en cursos públicos ofrecidos por la Xunta de Galicia, como el de capacidad y aptitud empresarial en Monforte, y en talleres privados sobre agricultura ecológica. Además, reconoce que la metodología de prueba y error es valiosa, pero enfatiza la necesidad de una base teórica sólida para prevenir problemas como plagas y enfermedades en cultivos y ganado.
Superando obstáculos burocráticos
A pesar de las demoras en la obtención de ayudas para la incorporación de jóvenes al sector, Beatriz decidió avanzar con su proyecto. Aunque la espera de más de un año por estas subvenciones ha retrasado la certificación ecológica oficial, ha implementado prácticas sostenibles desde el inicio, preparándose para obtener el sello del Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica (Craega) en el futuro.
Producción sostenible y diversificada
Aer combina ganadería y agricultura ecológicas. Actualmente, cuenta con 15 cabras, tres ovejas, una ternera y una potra, con planes de ampliar el número de animales y áreas de cultivo. La huerta, que comenzó con una pequeña extensión, se prepara para aumentar su producción de hortalizas de temporada. Además, Beatriz gestiona árboles frutales y bosques que aportan biomasa para enriquecer el suelo de sus cultivos.
Conectando con la comunidad y el mercado
El objetivo de Aer es vender directamente sus productos y participar en ferias locales, como el Mercado de los Sábados en Lalín. Para facilitar las compras, planea lanzar una página web y, en colaboración con una nutricionista, ofrecer cajas con propuestas de menús semanales equilibrados. A través de las redes sociales (@aer.ecofarm), Beatriz comparte su experiencia, buscando acercar a las personas al mundo rural y desmitificar prejuicios sobre la vida en el campo.
Actividades complementarias para una experiencia integral
Además de la producción agrícola y ganadera, Aer organiza eventos como brunchs que incluyen la recolección de castañas y setas, permitiendo a los participantes conocer de cerca el proyecto y disfrutar de productos ecológicos. Estas iniciativas buscan generar ingresos adicionales y fortalecer el vínculo entre la comunidad y el entorno rural.
Una llamada a redescubrir el potencial del rural gallego
Beatriz lamenta la desconexión de la sociedad, especialmente de los jóvenes, con el mundo rural. Destaca que Galicia, debido a su clima y recursos, tiene un gran potencial para la producción sostenible de alimentos. El nombre “Aer”, que significa “aire” en latín, simboliza la conexión esencial entre naturaleza, animales y seres humanos, reflejando la misión de este proyecto agroganadero.
Para más información sobre Aer y sus iniciativas, puedes visitar su perfil en redes sociales: @aer.ecofarm.