Orixes Galegas: territorio, raza e identidad
Orixes Galegas conecta directamente con el respeto por la tierra, el refuerzo de las razas autóctonas, la producción sustentable y el consumo de proximidad.
En Galicia, donde el paisaje rural sigue siendo un espacio de oficio, cultura y tradición, hay iniciativas que demuestran que producir alimentos puede ser mucho más que un negocio. Puede ser una forma de conservar patrimonio, recuperar identidad y generar prosperidad en el territorio. Orixes Galegas es uno de esos proyectos que encarnan esta idea con claridad.
Nacida de la iniciativa de dos productores profundamente vinculados a las razas autóctonas, esta cooperativa con sede en Boqueixón ha construido un modelo que devuelve protagonismo al Porco Celta y a otras razas tradicionales gallegas. Desde el principio tuvieron una visión clara: trabajar con un producto que forma parte de nuestra historia, elaborarlo con un cuidado artesanal que respete su esencia y llevarlo al consumidor sin intermediarios que diluyan su valor.
Circuito completo
Orixes Galegas no solo cría, sino que transforma y comercializa directamente sus carnes. Ese control integral del ciclo productivo les permite asegurar calidad, trazabilidad y coherencia con sus valores. Quien compra sus productos sabe de dónde viene cada pieza, cómo se ha criado el animal y por qué su sabor es diferente. Su reciente establecimiento con obrador propio en Boqueixón —que ha despertado la atención de los medios— es el símbolo perfecto de su apuesta por un modelo basado en la autenticidad y en la conexión real con el territorio.
El trabajo con el Porco Celta es especialmente significativo. Esta raza estuvo a punto de desaparecer, empujada al margen por modelos intensivos más uniformes y rápidos. Hoy, gracias a iniciativas como esta, recupera espacio en el mercado con productos que poseen un carácter único: carnes más sabrosas, elaborados frescos hechos cada día, embutidos curados al humo de roble y preparados a mano sin conservantes, cortes selectos destinados a la restauración y a consumidores que buscan calidad y origen. Cada proceso —desde el atado manual hasta el secado lento— habla de una forma de hacer que combina tradición, conocimiento y respeto.
Valor añadido
Pero Orixes Galegas no es solo una apuesta gastronómica: es una estrategia económica de impacto para el rural. Al producir, transformar y comercializar en la misma comarca, la cooperativa consigue que el valor añadido se quede en el territorio. Se genera empleo, se apoya a explotaciones familiares, se activan recursos y se demuestra que las cadenas cortas de comercialización son una herramienta poderosa para fortalecer la economía local. Cada euro que se mueve alrededor del proyecto aporta algo al entorno: estabilidad, identidad y futuro.
Este tipo de iniciativas contribuyen también a recuperar una cultura alimentaria más consciente. Elegir carne de razas autóctonas no es únicamente una decisión culinaria: es una forma de apoyar un modo de vida y un conocimiento que ha pasado de generación en generación. Es reconocer que detrás de cada pieza hay una historia, un territorio y unas personas para quienes producir así es un acto de compromiso con Galicia.
En el Mercado de la Cosecha trabajamos para visibilizar proyectos que muestran que otro modelo rural es posible, uno conectado con la calidad, con el territorio y con el bienestar de quienes lo habitan. Orixes Galegas representa esa visión ya que, no solo ofrece productos de enorme valor gastronómico, sino que encadena desarrollo local, sostenibilidad y orgullo rural.
Por eso te invitamos a descubrir el trabajo de tantas iniciativas, a visitarlas, a seguir su día a día y, sobre todo, a probar unos productos que son sabor, historia y paisaje. Consumir así es también una forma de apoyar la Galicia que queremos: una Galicia donde el rural prospera porque se reconoce lo que vale.






