No hay una receta única para un desarrollo rural sostenible.
Diferentes áreas rurales tienen diferentes necesidades y requieren soluciones diferentes en función de los recursos y potencialidades locales. No obstante, hay cuestiones comunes que afectan a cualquier escenario rural, concretamente, a cualquier escenario rural de Galicia, que contribuyen a desarrollar al máximo sus potencialidades y conducen a una mayor calidad de vida de las comunidades rurales.
Emprendimiento y trabajo
Desarrollo de la potencialidad productiva
El agropecuario y de alimentación en general, el energético y el cultural, son sectores presentan una importante oportunidad de crecimiento que favorece la prosperidad económica en el rural.
Soporte de iniciativas productivas en una economía circular
Apoyar iniciativas que generen valor añadido y que estén posicionadas en los mercados local y global a través de instrumentos para cada uno de los procesos del ciclo productivo: materias primas, transformación, gestión empresarial, consumo y recuperación.
Soporte para la capacitación
Es preciso asegurar que los actores rurales cuentan con la posibilidad de adquirir las capacidades necesarias para afrontar las necesidades del mercado laboral y promover la innovación y la creatividad, maximizando el beneficio a obtener.
Hábitat rural
Un lugar para vivir con un ambiente de calidad
Los asentamientos rurales (villas, pueblos, aldeas principales) son el centro de las comunidades rurales donde las personas deberían poder vivir, trabajar, acceder a los servicios y dotaciones necesarias. Y todo ello en un entorno de alta calidad ambiental.
El modelo de asentamiento debe evolucionar para adaptarse a una realidad local interconectada con un contexto global. En Galicia, esto puede significar la priorización de estructuras de poblamiento ante la inviabilidad del mantenimiento de todas las entidades de población presentes.
Accesibilidad a servicios de calidad
La disponibilidad de servicios públicos a nivel local es un factor fundamental para conseguir del rural un medio atractivo en el que vivir. Las dotaciones sanitarias (incluyendo atención a la salud mental), educativas, de seguridad, financieras, etc., figuran entre las imprescindibles.
No se trata de competir con el hábitat urbano sino de encontrar el lugar propio. De esta manera, la transformación debe residir en la gestión de estas dotaciones, adaptándose al contexto de la densidad poblacional rural y las relaciones de mayor proximidad. Se trataría de flexibilizar esta gestión, por ejemplo, en espacios multifuncionales y multitarea.
Cultura y ocio rurales
Una de las funciones que es preciso reconstruir en el medio rural es el ocio. En el modo de vida rural tradicional no había mucho lugar para el ocio porque la dedicación a las tareas productivas era casi total.
Para que el rural sea un lugar atractivo en el que vivir debe articularse un modo de ocio adaptado a sus circunstancias y que, en determinados contextos, puede alimentarse, en parte, de las recetas urbanas. Igualmente, según los casos, se puede actuar en sinergia con la satisfacción de la demanda de bienes culturales rurales que tiene la población rural.
Comunidad rural
Empoderamiento de los actores rurales
Los actores rurales necesitan tener voz en las políticas que tienen un efecto directo en sus vidas. Además, necesitan poder compartir las mejores prácticas de desarrollo local de su contexto u otros equivalentes.
Convivencia rural
Las dotaciones y servicios son fundamentales para desarrollar una vida atractiva en el medio rural, pero, además de su dimensión material, se debe prestar atención a las propuestas de uso y contenidos. Estas dotaciones, especialmente las culturales y de ocio, deben contemplar una oferta de actividad que fomente la convivencia del espectro de población rural existente en su entorno. De esta manera, aumentará el nivel de confianza de la población en los demás y así, surgirán más relaciones horizontales, a la vez que mejorará la seguridad.
Orgullo rural
Este eje de naturaleza transversal tiene como finalidad reforzar las acciones que contribuyan a incrementar el prestigio y la confianza del medio rural.
Para ello se contemplan acciones de refuerzo de comunicación y divulgación de productos y buenas prácticas tanto para el público general como para sectores especializados (educación, consumidores, productores, etc.). Otras medidas consistirán en catalizar la puesta en contacto de los actores y agentes.
Estas propuestas actuarán sinérgicamente con las acciones de los ejes anteriores, para que el rural sea un lugar en el que se pueda vivir con orgullo.